Al finalizar el presente 2012, al igual que lo hiciéramos el año pasado, nuestro medio hace un repaso de los acontecimientos y sucesos que marcaron el año y que han tenido un protagonismo que se ha dejado sentir en la comunidad peruana en Buenos Aires. Aquí un resumen y análisis de lo que El Sol del Perú considera los sucesos y protagonistas del año que está por terminar
Embajador Nicolás Lynch
Sin lugar a dudas la renuncia de Nicolás Lynch al cargo de embajador del Perú en Argentina fue el hecho que concitó la mayor atención en el panorama político de la comunidad en Buenos Aires, y su salida del cargo diplomático repercutió enormemente en las esferas de la arena política peruana. Lynch, un hombre de ideas de izquierda, se vio obligado a renunciar a su cargo de embajador luego que se supiera la noticia que había recibido a integrantes del Movadef, brazo político de Sendero Luminoso, quienes, en febrero de este año, realizaron una manifestación en nuestra sede diplomática de Avenida del Libertador. En esa protesta le entregaron al entonces embajador una carta solicitando la inscripción del Movadef al Jurando Nacional de Elecciones para participar de la vida política peruana; en la misma misiva solicitan al presidente Humala la Amnisitía Internacional de Abimael Guzmán Reynoso, condenado a cadena perpetua por delito de terrorismo contra el Estado peruano.
Lo llamativo de la renuncia de Lynch es que, como él mismo afirmó, dicho encuentro lo informó a Cancillería al poco tiempo de haberse realizado, y no tuvo mayor gravitación, es decir, Relaciones Exteriores no interpretó nada raro en que Lynch haya recibido y firmado el acuse de dicho petitorio; sin embargo, nueve meses después, en noviembre, y a raíz de unos encuentros en Argentina en que Movadef se reúne con integrantes de Madres de Plaza de Mayo y el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, dichas noticias provocaron un escándalo de proporciones en la sociedad peruana. Aprovechando esta batahola informativa en Perú, desde Buenos Aires un periodista de la colectividad filtra unas grabaciones de audio y videos donde Lynch afirma haber recibido a integrantes del Movadef y muestra unos videos donde al Embajador se le oye decir –refiriéndose a los manifestantes- “Que su accionar habla de la salud democrática que vive el Perú y que demuestra que en Argentina hay distintos puntos de vista sobre las decisiones políticas del actual gobierno”. Acto seguido –dijo- “Invito a pasar a la ‘Casa de los Peruanos’ para recibir su petitorio”
El tema está en que dichas palabras Lynch las hacía a manifestantes peruanos que, por esos mismos días, se habían acercado a la Embajada para protestar en contra de la continuación del Proyecto minero Conga, por considerarlo perjudicial al medioambiente en Cajamarca, esta gente que protestaba no tenían nada que ver con el Movadef. De modo que, claramente, se interpreta que ha habido una edición de audio y videos para lanzarlos a la opinión pública con el ánimo de perjudicar la buena gestión que venía desarrollando Lynch, reconocida por tirios y troyanos, y que se destacaba en el campo político en la integración del Perú en los bloques del Mercosur y la Unasur y el fortalecimiento de la relación peruano-argentina, así como en el área de cultura; y que, digamos, salvo este “incidente” catalogado como escándalo por la prensa peruana, pero que como hemos concatenado los hechos aquí este encuentro fue informado en su debido momento sin que a Cancillería se le mueva un pelo o ponga el grito en el cielo sobre este episodio.
Por eso, desde nuestro punto de vista, consideramos que la salida de Lynch obedece a una presión mediática y política de la derecha peruana para sacar del panorama político a hombres de izquierda que puedan ser, potencialmente, futuros candidatos a ocupar las primeras magistraturas en Perú; respaldan nuestras palabras la puesta en marcha de la revocatoria a la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, acusada de incapacidad en su gestión edil, cuando todos vemos la valiente batalla que viene librando tratando de poner orden y limpieza en cuestiones como el transporte público y el mercado mayorista de La Parada en Lima; la sanción a Javier Diez Canseco, suspendido por el Congreso peruano por, supuestamente, favorecer a terceros aprovechándose de su cargo de congresista; ¡qué casualidad! justo cuando se aprestaba a integrar la Comisión de investigación contra el ex presidente Alan García. Todos estos políticos son gente de izquierda.
Aquí está el meollo de la cuestión, la renuncia de Lynch no obedece al hecho en sí mismo de su reunión con el Movadef, esto es más que un pretexto, lo mismo sucede con Villarán y Diez Canseco, la cuestión es sacar a estos políticos de la escena nacional peruana porque son una piedra en el zapato; no se suscriben, pues, políticamente, con el actual régimen de nuestro mandatario Ollanta Humala