martes, 11 de diciembre de 2012
El embajador Lynch y el Movadef
LA OTRA ESQUINA
Por Carlos Gallardo Guarniz
Nicolás Lynch, el hasta hace unos días embajador del Perú en Argentina, ha sido destituido de su cargo de manera injusta, y, en todo caso, su renuncia constituye un rarísimo caso de decencia en la política peruana. Es un secreto a voces que Cancillería lo obligó a renunciar porque en febrero de este año recibió a integrantes del Movadef; esto, ni siquiera es cierto, pues el video que difunde la prensa en Perú –tomado de la página web www.ecoslatinosperu.com.ar del colega Jaime Velásquez- está fuera de contexto. Yo estuve presente en aquella jornada de protesta, y el grupo que convocó a la marcha fue un tal “Comité Impulsor de la Coordinadora Latinoamericana”, y lo hacían en defensa de los recursos naturales y medioambiente, es decir, protestaban porque no estaban de acuerdo con el proyecto minero Conga. Si se viera el video completo podrán apreciar que no se distingue a ninguna bandera que simpatice con el Movadef; en cambio, los manifestantes portaban una enorme bandera peruana, banderas del MTL (Movimiento Territorial de Liberación), y los que acudieron a la protesta, en su mayoría, eran los que habían hecho campaña a favor de Ollanta Humala a través del partido Gana Perú con base en Buenos Aires, Argentina.
En total han sido 3 marchas a nuestra Embajada de Avenida Del Libertador al 1720, la segunda la convocó la agrupación política Tierra y Libertad conjuntamente con el CIEPA, que es una agrupación estudiantil de universitarios peruanos en Buenos Aires. Hay una tercera convocatoria, la que menos gente llevó, y la que fue convocada por el Movadef y Cambia Perú para el día 8 de junio, y cuyo petitorio fue recibido por una empleada de la Embajada. El Sol del Perú, luego de publicar aquella jornada de protesta en nuestro muro de Facebook, en donde se ven fotos de ambas agrupaciones, recibió un mail de Cambia Perú, sede Lima, en la cual hacían un deslinde y desautorizaban a Reynaldo Rubio, quien era uno de los convocantes, diciendo que él ya no pertenecía a dicha agrupación política, por lo tanto precisaban que no tenían nada que ver con aquella jornada de protesta donde sí participó el Movadef. De estas tres protestas, la única que nuestra autoridad diplomática recibió a los manifestantes fue en la primera. El embajador Lynch salió a recibir a los protestantes, quienes estaban en la puerta de la Embajada arengando ¡oro sí, agua no! Y Lynch tuvo un gesto que habla por sí solo de un demócrata a carta cabal, y les dijo que su accionar habla de la salud democrática que vive el Perú y que demuestra que en Argentina hay distintos puntos de vista sobre las decisiones políticas del actual gobierno. Acto seguido invitó a pasar a la “Casa de los Peruanos” para recibir su petitorio.
Sin embargo, el embajador Lynch, en declaraciones a la prensa manifiesta que sí recibió a la agrupación Movadefa, brazo político de Sendero Luminoso en Argentina, motivo por el cual ha sido destituido de su cargo, cargo que, a pesar del poco tiempo que llevaba, apenas un año y meses, había desplegado una importante actividad política a favor del gobierno peruano en su trabajo de estrechar los vínculos con Argentina, y para eso abrió las puertas de la embajada a la prensa argentina dando a conocer la política del presidente Ollanta, así lo testimonian los diferentes reportajes a los medios locales que concedió. En el campo cultural desplegó una importante actividad con Conversatorios y charlas para dar a conocer el pensamiento de actores relevantes en la política y literatura peruana y latinoamericana, como es el caso de González Prada, Mariátegui, Arguedas, Haya de la Torre y José Ingenieros, esta última realizada en la Casa Patria Grande presidente Néstor Kirchner. A lo largo de estas jornadas a asistido público que desbordó las instalaciones de los distintos lugares en donde se dieron cita estos encuentros, y donde además, se contó con la presencia de destacados intelectuales peruanos y argentinos.
El embajador Lynch nunca fue de mi simpatía, pero no tengo duda de que el pedido de su renuncia se ha producido por la presión política y mediática que tienen el aprismo y fujimorismo en nuestra escena nacional, quienes deben estar celebrando la destitución de un hombre con convicciones políticas y que no se vende por un plato de lentejas. Lynch, con su renuncia, demuestra que tiene eso que se llama decencia, honestidad con sus principios, algo que desconocen gran parte de nuestra fauna política que ahora se rasgan las vestiduras escandalizados por este hecho y seguramente se le acusará y vilipendiará –por ser un hombre de izquierda- con epítetos de ser simpatizante de Sendero Luminoso o de hacer apología a favor del Movadef. Porque ahora resulta que los políticos peruanos, y la sociedad arrastrada por una información sesgada y parcializada, han encontrado la excusa perfecta para echarle la culpa a alguien y pedir su cabeza como si con ello se resolvieran las cosas. El Movadef resulta ser la nueva cortina de humo para tapar la miseria moral de país que somos, de ese cáncer corrupto que se extiende como una metástasis incurable en todos los estratos de nuestra sociedad; es más fácil echarle la culpa al Movadef y no hacer un análisis y estudio de conciencia profundo de por qué han surgido en nuestro territorio grupos violentos, extremistas y terroristas como Sendero Luminoso y su mesiánico líder Abimael Guzmán. Y por qué muchos peruanos añoran que regrese ese régimen que albergó a la mayor lacra de políticos que haya conocido nuestra historia, como es el fujimori-montesinismo.
Sendero Luminoso y cualquier otro movimiento subversivo y extremista estará acechando a la vuelta de la esquina mientras en nuestro país la gente se siga muriendo de hambre, mientras exista gente sin trabajo, y los que tienen, sean explotados como esclavos por leyes laborales que no los amparan ni defienden sus derechos; mientras nuestro sistema de salud sea considerado “matasanos”, donde la gente madruga haciendo colas para mendigar ser atendida por algún médico que vea sus dolencias; mientras el Estado pase la vista de largo por nuestras poblaciones serranas, no escuchando sus reclamos; mientras haya un Estado ausente en su rol de velar por las sectores menos favorecidos, mientras siga habiendo enormes iniquidades sociales, donde un abismo separa a unos pocos que tienen sobre la inmensa mayoría que sobrevive como puede. ¿Qué es esto sino violencia? Mientras estas injusticias sigan ocurriendo en este Perú jactancioso de su crecimiento económico, pero sin desarrollo de país, el Movadef encontrará el caldo de cultivo para adoctrinar gente, y gente joven, que crece sin esperanza, asqueada de este modelo político de injusticia social.
Y en último caso, los del Movadef, el brazo político de Sendero Luminoso, vienen en paz –sino ¿qué es su reunión con las Madres de Plaza de Mayo y el Premio Nobel de la Paz Pérez Esquivel?-, prefiero que vengan así, pidiendo a gritos diálogo antes de que vengan con bombas, porque a fin de cuentas ellos también tienen sus muertos y han sido víctimas de la propia violencia, pues tanto de un bando como del otro, esto es del Ejército y Sendero, así como de los miles de inocentes muertos en esa guerra, ha sido la sangre del pueblo la que ahí se derramó. Y si a mí me preguntasen de qué lado estoy. Mi respuesta sería del lado de la paz y la reconciliación. Escuchémoslos y debatamos desde las ideas antes de mostrarnos intolerantes, absolutistas y antidemocráticos. ¿Por qué sí permitimos el debate del indulto a Fujimori?, y uno podrá estar de acuerdo o no, pero se debate, y hasta los propios familiares del ex presidente Fujimori se dirigieron a Palacio para solicitarle personalmente el indulto al presidente Humala. ¿No habrá llegado la hora de debatir, desde el terreno de las ideas, la amnistía de Abimael?
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